Nuestro amigo Olivier llegó el 12 de Octubre a Khania, dormimos una noche en puerto y al día siguiente decidimos pasar dos noches en Gramvusa, una bonita isla y antiguo escondite de piratas. La previsión meteorológica nos sonreía para esas fechas.
La misma mañana antes de partir los ingleses del barco vecino nos comentaron que la noche anterior alguien había entrado en su velero mientras dormían y les había robado varios aparatos electrónicos. Nosotros tuvimos suerte porque todos nuestros ordenadores y teléfonos estaban amontonados encima de la mesa de cartas!
Pequeña capilla de la fortaleza abandonada de Gramvusa
Vistas desde las ruinas de la isla
Bucólicos momentos entre amigos
Listos para zarpar hacia Khania!
Después de dos agradables, soleados y divertidos días en Gramvusa decidimos volver ya que el tiempo se torcía un poco y queríamos estar seguros de estar en puerto para que Olivier (amigo) no perdiera su avión a Londres. Cuando aun nos estábamos desperezando a la mañana siguiente de llegar a puerto una banda de policías secretas asaltó el barco. A Olivier (amigo) y a mí nos hicieron descender a tierra y se quedaron a solas con Olivier. Le acusaban de haber robado el material del barco de los ingleses afirmando tener pruebas. Y con esa falsa acusación registraron cada rincón del barco. Evidentemente no encontraron ningún material robado, pero encontraron "armas" (dos cuchillos) y una caja completamente vacía sospechosa de haber contenido "substancias ilegales". Con esas pruebas se llevaron a Olivier detenido y nos dejaron a Olivier (amigo) y a mi volver al barco. No os podéis ni imaginar la sensación que tuvimos al entrar... Incluyendo la angustia por lo que le podría ocurrir a Olivier.
Pero mi desasosiego por este segundo punto se acabó rápido. Al cabo de poco rato nos vinieron a buscar a Olivier (amigo) y a mi para llevarnos a comisaría. A Olivier (amigo) le hicieron unas cuantas preguntas y le dejaron en libertad pero a mi me retuvieron junto con Olivier. Ese día lo pasamos respondiendo a mil preguntas y redactando las "excusas" por tener cuchillos y una caja vacía en nuestra casa.
Esa noche dormimos en el suelo del pasillo de la comisaría con la esperanza de que al día siguiente todo se solucionara. Afortunadamente podíamos recibir visitas sin ningún problema y la mañana siguiente la pasamos charlando con Olivier (amigo), Jacques y Chantal (del barco Fidelio y vecinos del puerto en Túnez). Más tarde fuimos escoltados por militares vestidos de camuflaje a "La Central" y allí nos hicieron las fotos de frente y de perfil y nos tomaron huellas dactilares. Sí, sí... verdaderos delincuentes, por suerte no nos esposaron. A primera hora de la tarde nos llevaron al tribunal. Después de una larga espera nos recibió la procuradora, una persona sin educación y con aires de superioridad injustificada, y nos anunció que estábamos citados a juicio al día siguiente. Otra noche más durmiendo en comisaría. Tras quejarnos a la procuradora por el trato, recibimos una cena en 48 horas... Yo quería hacer un poco de régimen este invierno ya que después de dejar el tabaco he cogido unos quilos, pero tampoco de una manera tan brusca! El bueno de Olivier (amigo) nos suministró todo tipo de alimentos y agua, chocolate (muy importante para el ánimo), colchonetas, mantas, libros y el Master Mind para pasar las horas muertas. Al final acabamos con una mochila de 80 litros llena de cosas.
El tema nos estaba empezando a preocupar de verdad. No entendíamos nada ya que todo lo hablado o escrito estaba en griego y nadie nos aclaraba el tema como es debido. Incluso la gran mayoría de policías que circulaban por la comisaría apenas nos miraba o nos decía buenos días. Jacques y Chantal explicaron nuestro caso a un barco vecino y éste buen señor se presentó en comisaría y nos puso en contacto con un abogado que hablaba inglés.
Al día siguiente tuvimos una cita con la pareja de abogados antes del juicio y nos pudieron explicar todo. Todo empezaba a ser más claro. En el juicio tuvimos que justificar cómo dos jóvenes se pueden mantener con poco dinero sin trabajo fijo, porqué teníamos cuchillos, porqué teníamos una caja vacía... La juez anunció que la substancia que contenía esa caja era tan ínfima que no habían podido determinar lo que era y que ni siquiera la habían podido pesar. Los cuchillos nos serán devueltos dentro de un mes.
Finalmente la juez nos declaró inocentes (faltaría más) y que "nos daba una segunda oportunidad" para poder quedarnos en Grecia y disfrutar de su país. Para no haber robado nada, por tener cuchillos y por no haber tenido substancias ilegales no está mal como resolución.
Todo parece apuntar a que los ingleses (cuyo barco modelo Hallberg-Rassyse llamado HURA, todo sea dicho) nos denunció como sospechosos del robo...
Por ser jóvenes?
Por no tener un domicilio ni trabajo fijo?
Por salir a navegar de noche?
Por tener un barco de los años 80 con la pintura desconchada?
Por hacer lo que nos gusta?
Estos días hemos tenido muchas horas para reflexionar y observar nuestro alrededor y lo que he visto me ha dado mucha pena. La autoridad y la justicia me han decepcionado profundamente.
Tal y cómo dijo la abogada, podemos continuar "disfrutando de nuestra libertad". Ah! Claro, gracias... En fin. La broma solo nos ha costado 700€.
GRACIAS infinitamente a Olivier, Jacques y Chantal del barco Fidelio y al doctor Andoni y a Spiros por su apoyo (las únicas personas que más o menos nos conocían aquí).