Os voy a intentar transmitir nuestras vivencias en Creta, una isla típica del Mediterráneo pero con un lado salvaje que nos encanta.
Para empezar, algo que nos tiene muy sorprendidos desde que llegamos es que prácticamente toda la gente que estamos encontrando por aquí es vegetariana y practica la meditación Vipassana. Como a menudo tenemos invitados o nos invitan a la hora de comer nosotros estamos teniendo una dieta muy parecida a la de nuestros amigos, pero de vez en cuando no se nos escapa un buen plato carnívoro o un delicioso souvlaki. Con respecto al Vipassana os explicaría en qué consiste, pero aun no lo tengo muy claro... Parece ser que lo que se intenta durante las meditaciones es dejar la mente en blanco, cosa que yo se hacer muy bien desde siempre y sin ningún esfuerzo!
Aquí estamos a punto de degustar un confit de pato con patatas hechas con la propia grasa del pato... ¿Creéis que se nota mucho el entusiasmo?
Como ya he comentado en más de una ocasión, la gente que vive en torno al mar suele ser muy extrovertida y acogedora y el contacto amistoso se hace mucho más rápido que en la ciudad. Aquí os dejo unas imágenes que hicimos durante la salida con el precioso velero de 20m de Nol, un holandés muy simpático asentado en Grecia que se dedica a hacer charters. Os dejo su página web por si os interesa:
http://www.onancharters.nl/
Olivier y Fred posando
Yo haciendo banda
Nol (armador, constructor y capitán del velero Onan)
¡Mirad qué pequeño se ve Olivier a comparación de la vela mayor!
A través de Nol hemos conocido a Rudy, austriaco asentado en Creta desde hace veinte años y apasionado de la naturaleza y del deporte. Rudy conoce creta como la palma de su mano y los domingos organiza salidas con sus amigos. Como ahora pasamos mucho tiempo sentados en el barco trabajando en la aplicación iNVieNtA necesitábamos un poco de aire fresco de vez en cuando y gracias al R-Team los domingos disfrutamos de rincones fantásticos como estos.
Imágenes de la garganta Chosti
Imágenes de la garganta Trahinos y Vavouledo
Una de las cosas que nos tiene maravillados en Creta es la cantidad de naranjos y limoneros que hay por todos sitios, incluso por las calles de Xanià! Lamentablemente el precio de la naranja es tan bajo que los propietarios apenas se molestan en recogerlas y en esta época se ven paisajes enteros llenos de bolitas naranjas... Nosotros ya no compramos limones, cogemos la bicicleta y nos acercamos al limonero más próximo! Cómo decía Bernard Moitesier, en todas las calles de las ciudades se tendrían que plantar árboles frutales...
Naranjas y mandarinas coloreando los campos
Y otra maravilla de Creta. Los olivos! Dicen que los olivos son árboles inmortales.
Este que veis aquí le suponen más de 3.000 años de edad...
También se pueden encontrar muchas plantaciones de aguacates y en el mercado los encuentras a 1€/kg. Creo que no nunca había comido tantos aguacates!
La sensación que nos da esta isla es que sigue siendo bastante salvaje en muchos aspectos. Para que os hagáis una idea... La gente celebró las doce campanadas de fin de año saliendo a la calle a pegar tiros al aire. Olivier incluso se encontró al día siguiente balas de kalashnikov por el suelo! Y no se complican mucho a la hora de trazar las carreteras: utilizan los caminos que siguen los burros. Más fácil y sencillo imposible! Y tampoco se complican mucho con las normas europeas... Si vas a comprar y les dices que no quieres la bolsa de plástico porque traes tu bolsito de tela se enfadan y te la dan sí o sí! El tema del tabaco es sencillo: se puede fumar hasta en las comisarías. Aquí la cultura y la música tradicional está muy arraigada, a veces me recuerdan un poco al pueblo Vasco. Y todo el mundo toca algún instrumento o canta o las dos cosas a la vez! Y hay que añadir también que son una gente encantadora, amigable, festiva y odian a la policía. La verdad es que nos sentimos muy próximos al pueblo cretense!
Por fin nos devolvieron las armas culpables de nuestra detención durante 48 horas... Cuidado!
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