Malta.
E aquí que nos encontramos a principios de la temporada de baño,
rodeados de guiris rosados que intentan absorber el máximo de rayos
de sol y olvidar así temporalmente su país cubierto de nubes y de
gris.
Hemos
pasado unos días tranquilos en la bahía de Birzebbuga (sureste),
bien al abrigo de cualquier viento fuerte excepto si sopla durante
varios días del este. Allí recargamos nuestra despensa con los
fantásticos productos LIDL situado a un par de kilómetros al norte.
Más tarde, amarrados a las grandes boyas situadas en la parte
derecha de la entrada de la bahía de Sliema, hemos hecho un poco de
turismo cultural retrocediendo en el tiempo gracias al mercado
medieval que se organiza cada año en la ciudad amurallada de Mdina y
descubrimos la basta colección de objetos varios del Palazzo Falson
construido en el siglo XV. También nos hemos empachado e
impresionado de arte Barroco en la Co-Catedral de San Juan con sus
lápidas de mármol que tapizan el suelo y donde se albergan varias
obras de Caravaggio.
Entrando al fondeo de Birzebbuga
¡Catalanes armados en Mdina!
¡Y cuidado con las chicas de la ciudad!
Hubo algunas diferencias entre soldados...
Estos
días hemos tenido muy poco viento y estamos disfrutando de los
primeros fondeos y baños de la temporada. Agradable paseo por la
isla de Comino y buen anclaje en Blue Lagoon entre aguas cristalinas,
amenizado durante el día por bastantes barcos de turistas.
Vista nocturna de la Isla de Gozo
Fondeo en Blue Lagoon (Isla de Comino)
Cuando
vemos a estos turistas llegar en masa y churrascarse al sol en una
playa minúscula, cuando la luz del sol empieza a disminuir y pinta
el cielo de preciosos tonos pastel y los vemos recoger sus bártulos
y desaparecer por donde han venido, cuando el lugar se queda en
silencio y las estrellas empiezan a brillar... Es entonces cuando
realmente nos sentimos un poco al margen y nos hacen ver que el no
tener agua corriente ni electricidad ilimitada vale la pena. Es una
sensación mágica.